Pero con un toque de modernidad que viene de la Juventud de Melissa, Chiara y Renzo Martorell, tres hermanos de raíces catalanas cuya pasión por el clásico gelato que su abuela italiana les preparaba durante su niñez, los animó montar un emprendimiento en el que sabores tan conocidos como la lúcuma, chocolate, pistacho y zabaione, conviven con otros mas, innovadores como cheesecake, pie de limón, panetón y la limonada Anacapri, su sabor bandera.
El negocio, que ha desarrollado un asombroso boca a boca gracias a una comunidad proveniente de muchos distritos, debe su éxito a la fidelidad de las recetas italianas y al uso de insumos naturales que brindan una experiencia sensorialmente exquisita en el paladar. Con nuevos locales en el boulevard de Asia y Punta Hermosa, pronto estarán en La Molina y, quien sabe, quizás vayan a Ia conquista del mundo.
35 sabores forman parte de la experiencia con la que los Martorell han cautivado a los limeños.